Es una salsa que queda muy espesita y que invita a disfrutar de ella.
- 1 pollo troceado
- 9 o 10 ajos
- 1 cebolla mediana (opcional)
- Pimienta molida y en grano
- Una cucharada de tomillo seco y romero o hierbas provenzales
- 2 hojas de laurel
- Sal
- Harina
- 1 vaso de vino
- 1 vaso de caldo de pollo
- Zumo de medio limón
- Perejil
- Unos 100 ml de aceite de oliva virgen extra
Preparación
- Limpia el pollo troceado y escúrrelo bien. Esparce sal y pimienta molida. Pásalo por harina y sacúdelo bien para que casi no le quede.
- En una cazuela, pon aceite que cubra bien el fondo y calienta. Añade los ajos que antes habrás partido por la mitad y quitado la radícula interna. Fríelos un poco en este aceite.
- Añade los trozos de pollo enharinados y fríelos hasta que se doren. Si decides poner la cebolla en trocitos, es el momento a media fritura del pollo.
- Cuando todo está doradito, incorpora el vino, el caldo y la pimienta en grano. Cocina durante unos 3/4 de h. Prueba por si necesita más sal.
- Cuando se haya consumido el caldo, el vino y haya espesado la salsa, esparce perejil picadito y lo podrás servir.
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